La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio luz verde a Ucrania para atacar dentro de Rusia con misiles estadounidenses ATACMS, informaron los medios citando a funcionarios y fuentes familiarizadas con la decisión, aunque aún se espera confirmación oficial de la Casa Blanca o el Pentágono.

Por su parte, Ucrania confirmó el 19 de noviembre que atacó depósitos de municiones en la región rusa de Bryansk, una acción que involucró por primera vez el lanzamiento de misiles balísticos de largo alcance suministrados por EEUU, según reportes de ambos bandos.

De acuerdo con el Ministerio de Defensa, las fuerzas ucranianas atacaron la región de Bryansk con seis cohetes del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) de fabricación estadounidense, pero sus fuerzas derribaron cinco de ellos y dañaron el sexto.

¿En qué contexto se ha informado sobre el cambio en la postura de EEUU?

Desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania en febrero de 2022, los líderes ucranianos han insistido a sus aliados occidentales para que levanten las restricciones sobre el uso de los misiles de largo alcance contra objetivos dentro de Rusia.

Kiev ha declarado que, con esta medida, espera disminuir las capacidades de Moscú para atacar territorio ucraniano. También podría servir como un elemento de disuasión en caso de futuras negociaciones de alto el fuego.

De acuerdo con declaraciones previas de Biden, Estados Unidos se ha opuesto durante mucho tiempo a la medida para evitar una escalada en la guerra, la cual podría llevar a la alianza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a un conflicto directo con Rusia, que cuenta con armas nucleares.

Sin embargo, a dos meses de que Biden abandone el poder, los medios estadounidenses reportaron sobre el viraje en la política estadounidense al respecto, sin ofrecer aún claridad sobre su alcance. Según expertos consultados por la agencia AP, los recientes informes sobre el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, aparentemente para ayudar a frenar el avance ucraniano en la región fronteriza de Kursk, habrían tenido un gran peso en la decisión.

“Lo que cambió es que Corea del Norte está apoyando a Rusia, con armas, pero también con soldados. Hay miles de soldados luchando en la región rusa de Kursk. Esto es una preocupación grave para la Casa Blanca y la OTAN”, indicó a la Voz de América Robert Benson, analista principal de políticas en Seguridad Nacional y Política Internacional del centro de estudios American Progress, en Washington.

“Las elecciones de Estados Unidos también han cambiado la dinámica completamente, Donald Trump ha ganado y Ucrania sabe que pronto podría perder el apoyo de Estados Unidos. Y esta decisión es una oportunidad antes de que esto pase. La Casa Blanca y Biden intentan apoyar a la Ucrania antes de que llegue Trump”, agregó Benson.

Las críticas de Trump sobre la escala de las ayudas estadounidenses a Ucrania, así como los comentarios de poner rápidamente un fin a la guerra, han generado temores de que una futura falta de apoyo por parte del país lleve a Kiev a negociaciones donde termine por ceder territorio a Rusia.

Ante esta incertidumbre, también surgen dudas sobre si los socios europeos, que parecen fragmentados en sus decisiones, podrían llenar un potencial vacío estadounidense, informó Radio Free Europe/ Radio Liberty.

¿Cuán importantes son los misiles de largo alcance ATACMS?

Los Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS, en inglés) son armas de fabricación estadounidense, con un alcance de aproximadamente 300 kilómetros.

Reportes de Associated Press y Reuters señalan que Estados Unidos postergó el suministro ATACMS -por temor una escalada- hasta octubre de 2023, cuando suministró una versión con un alcance máximo de 165 km. A esto le siguieron entregas a principios de 2024 de otra variante con un alcance superior de hasta 300 km.

Ucrania probablemente dispone de misiles ATACMS M39A1 Block IA, con un alcance de entre 70 y 300 km. Estos misiles están parcialmente guiados por GPS y pueden transportar una carga útil de 300 bombas.

A este modelo se suma la variante M57, que lanza una ojiva de alto poder explosivo de 225 kilogramos a una distancia similar. Esto de acuerdo con un análisis en AP, citando fuentes del Ejército.

Para el teniente general retirado Ben Hodges, Ucrania podría socavar la contraofensiva en curso de Rusia en Kursk con un suministro saludable de misiles. «Se puede derrotar a las masas si se tienen suficientes armas de precisión que puedan destruir cuarteles generales, logística y artillería», indicó.

En agosto, los analistas del Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, dijeron que cientos de objetos militares rusos conocidos estaban en el rango de alcance de los ATACMS, aunque es probable que algunos de los activos militares se hayan trasladado más profundamente al interior de Rusia, anticipando un cambio en la decisión de Estados Unidos.

¿Qué significa esta medida para los bandos en guerra y a nivel global?

De acuerdo con Robert Benson, esta decisión de Washington significa «un mensaje claro» de que Estados Unidos y los miembros de la OTAN apoyan a Ucrania.

“Biden ha tenido mucho cuidado con este tema porque Rusia es un país poderoso, tiene armas atómicas. Así que Biden y la Casa Blanca no tomaron esta decisión fácilmente. Por eso el uso (de estos misiles) está limitado a la región rusa de Kursk”, añadió.

Mark Voyger, director del programa de máster en Gestión Global de la Universidad Americana de Kiev, destacó la importancia operativa y psicológica de la decisión.

«Desde el punto de vista operativo, estos misiles pueden tener como objetivo instalaciones de almacenamiento rusas, centros de mando e incluso tropas norcoreanas que se preparan para acciones ofensivas», explicó.

«Más vale tarde que nunca. Ya ha pasado el tiempo de la inacción y de la autocontención psicológica debida a un supuesto temor a una escalada de la situación», destacó Voyger, quien insistió en que “esta decisión debería haberse tomado antes para salvar vidas y dar a Ucrania una mano más fuerte en el campo de batalla. El enfoque reactivo sólo envalentona a Rusia para seguir escalando la situación».

«Si una nueva administración retira la ayuda militar o restringe la capacidad de Ucrania para atacar, podría debilitar significativamente la posición de Ucrania en el campo de batalla y en la mesa de negociaciones», afirmó.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dio una respuesta contenida a la aprobación que él y su gobierno han pedido a Biden durante más de un año. «Hoy, se habla mucho en los medios sobre que hemos recibido permiso para las acciones pertinentes. Pero los ataques no se hacen con palabras. Estas cosas no se anuncian. Los misiles hablarán por sí mismos», dijo.

El portavoz del Pentágono, teniente coronel Charlie Dietz, declaró que los misiles ATACMS no serían la solución a la amenaza que enfrenta Ucrania por las bombas planeadoras lanzadas por Rusia, que pueden ser disparadas desde más de 300 kilómetros de distancia, un alcance superior al de los ATACMS.

Por su parte, el Kremlin advirtió el lunes que la decisión añade “leña al fuego” y advirtió de graves consecuencias.

Ante la prensa el lunes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, recordó una declaración en septiembre del presidente ruso, Vladimir Putin, en la que este advirtió que permitir a Ucrania atacar territorio ruso elevaría significativamente las apuestas en el conflicto.

Esto cambiaría «la naturaleza misma del conflicto de manera dramática», dijo Putin en ese momento. «Esto significaría que los países de la OTAN -Estados Unidos y los países europeos- están en guerra con Rusia».

En este sentido, medios rusos informaron el 19 de noviembre que Putin actualizó la doctrina nuclear rusa para permitir el uso de armas atómicas en caso de un ataque a Rusia por parte de un actor que aunque no posea estas armas, esté respaldado por una potencia nuclear.

Esto indicaría que Rusia consideraría el uso de armas nucleares después de recibir «información confiable sobre el lanzamiento de un ataque masivo contra ella y misiles que cruzan la frontera rusa».

Sin embargo, para Robert Benson, “las amenazas de Putin son vacías” y aunque plantea que la situación militar no va a cambiar drásticamente para Ucrania … “esto demuestra que EEUU y sus aliados de la OTAN están apoyando a Kiev y no aceptan la agresión de dictaduras como Rusia, Corea del Norte o China”.

Redacción: Voz de América.