Líderes políticos de ambos lados del espectro y celebridades puertorriqueñas criticaron los comentarios proferidos en un destacado evento de Donald Trump en Nueva York de un comediante que llamó a Puerto Rico una «isla flotante de basura».

En presencia del candidato presidencial republicano durante un mitin en el Madison Square Garden el domingo por la noche, el comediante y presentador de podcast Tony Hinchcliffe añadió que a los latinos «les encanta hacer bebés» y «no la sacan», comentarios que jugaron con la imagen racista de que los latinos están preocupados por la maternidad y son reacios al control de la natalidad.

«Ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano», dijo Hinchcliffe. «Creo que se llama Puerto Rico».

La campaña presidencial de la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, demócratas, varias prominentes celebridades puertorriqueñas y algunos congresistas republicanos denunciaron los comentarios, que fueron ampliamente tachados de racistas.

La propia campaña de Trump dijo que los comentarios «no reflejan las opiniones del presidente Trump o de la campaña», aunque el exmandatario no hizo comentarios sobre la actuación de Hinchcliffe.

Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, aunque no tienen representación electoral en el Congreso y la isla no vota al presidente. La isla es un territorio no incorporado de Estados Unidos.

Los estadounidenses de origen o ascendencia puertorriqueña son un grupo demográfico importante en algunos de los competidos estados que probablemente decidirán el ganador de los comicios del 5 de noviembre, entre ellos Pensilvania.

En términos generales, ambos candidatos luchan con uñas y dientes por el voto latino, que en los últimos años se ha inclinado más hacia los republicanos, pero sigue siendo demócrata.

Ed Rosa, residente en Nueva York de 60 años cuyos padres nacieron en Puerto Rico y que asistió a un mitin de Trump en mayo, dijo que pensaba votar por el expresidente, pero ahora no participará en las elecciones tras las palabras de Hinchcliffe. Además retiró los carteles de la campaña de Trump que tenía en las ventanas y el patio de su casa del norte del Bronx.

«No me hizo ninguna gracia», afirmó. «Realmente creo que fue racista. Y yo era un firme partidario de Trump hasta ayer».

En un video publicado en la red social X el domingo, Harris reaccionó directamente a los comentarios de Hinchcliffe diciendo: «Puerto Rico es el hogar de algunas de las personas más talentosas, innovadoras y ambiciosas de nuestra nación».

La actriz y cantante Jennifer López, cuyos padres nacieron en Puerto Rico, compartió el video de Harris en Instagram, al igual que el rapero, cantante y productor puertorriqueño Bad Bunny. Fue su primer gesto aparente de apoyo a la demócrata.

El cantante, compositor y actor puertorriqueño Ricky Martin compartió un video de los comentarios de Hinchcliffe en Instagram, escribiendo «esto es lo que piensan de nosotros» en español.

Hinchcliffe restó importancia a la naturaleza ofensiva de sus comentarios. «Esta gente no tiene sentido del humor», escribió en X en respuesta a un video crítico de la legisladora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez y del compañero de fórmula de Harris, el gobernador de Minnesota Tim Walz.

Entre los aliados de Trump que se ofendieron por los comentarios de Hinchcliffe estuvo Rick Scott, senador republicano por Florida, un estado que cuenta con muchos votantes puertorriqueños.

«No es gracioso y no es verdad», escribió en X el domingo. «¡Los puertorriqueños son gente increíble y americanos increíbles! He estado en la isla muchas veces. Es un lugar precioso».

Los congresistas republicanos Anthony D’Esposito, María Elvira Salazar y Carlos Giménez también condenaron con rapidez los comentarios. D’Esposito, que es parcialmente de ascendencia puertorriqueña, representa a un distrito hipercompetitivo de Long Island.

«Estoy orgulloso de ser puertorriqueño», escribió D’Esposito en X. «Lo único que es ‘basura’ fue un mal número humorístico».

Redacción: Voz de América.