MIAMI, EEUU — La joven venezolana Joanna Hausmann siempre tuvo el deseo de reflejar las brechas culturales, sociales y económicas que existen entre los inmigrantes de su país, así como de explicar las realidades que enfrenta esta población en un entorno que no les es familiar.
Disney, la famosa factoría de dibujos animados, ha desarrollado “Hamster & Gretel”, un proyecto que nace de la colaboración con Hausmann y que busca narrar los desafíos de una familia venezolana en Estados Unidos.
“Para mí fue importante incorporar voces latinas de diferentes países y perspectivas. El hecho de que la mitad de los guionistas fueran latinos ayudó enormemente a filtrar la cultura latina en los personajes sin que se sintiera forzado, sino como el filtro a través del cual ven el mundo”, comentó. Está convencida de que “esa es una bella manera de representar mi cultura y mi país, al mismo tiempo que proporciona una textura y perspectiva distinta a mis personajes”.
Además, Hausmann es consciente de que “la reputación del venezolano por esta migración se ha ido descomponiendo”. No duda en admitir que la “xenofobia” resultante de los flujos migratorios venezolanos ha provocado sentimientos negativos hacia esta población en muchos países de América Latina y en Estados Unidos.
“Quiero luchar contra esa xenofobia con una historia más representativa de mi cultura, que retrata a una familia que trabaja, que se quiere, que tiene grandes ambiciones, que desea lograrlo todo, que quiere salvar al mundo”, añade, lamentando el “estigma” que rodea al migrante venezolano a raíz de varios reportes de casos de violencia.
Hausmann confiesa que siente “muchísimo” la situación, “porque al ver a tu país tan herido, tan dolido, atravesando momentos tan complicados, y ver a personas tratando simplemente de vivir su vida y crear una nueva existencia, y que el 0,1 % de quienes buscan una mejor vida nos haga a todos parecer mal, es muy frustrante”.
“Los migrantes somos superhéroes”
Gracias a la creación de esta serie, que ya se encuentra en su segunda temporada, Hausmann también busca representar a los latinos como superhéroes en Estados Unidos. “Muchos de esos inmigrantes se han convertido en los superhéroes de su familia”, sostiene, convencida de que “muchos de nosotros que hemos tenido que emigrar y empezar desde cero somos unos superhéroes”.
En este sentido, destaca que en los últimos años ha conocido a numerosos migrantes venezolanos que “eran doctores o jefes de marketing” y que, debido a las circunstancias, han tenido que empezar de nuevo “trabajando en un restaurante o repartiendo paquetes”.
“Eso, para mí, representa un honor y un poder, y creo que resaltar eso es crucial. Quiero que todos estos migrantes que vean la serie o escuchen estas historias sepan que son personas como ellos, que están logrando sus metas”, expresa con la esperanza de que “se vean representados”, añade Hausmann, de 35 años.
“No he podido volver a Venezuela”
La guionista venezolana completó sus últimos años de bachillerato en Venezuela y luego se trasladó a Estados Unidos para cursar la universidad, “con la esperanza de regresar a Venezuela y comenzar a trabajar en la televisión de allí”.
“Sin embargo, la situación se volvió cada vez más complicada. Mi familia se convirtió en un objetivo para el gobierno debido a las obras de teatro de mi hermano (Michel Hausmann), porque mis padres eran opositores del régimen, y mi tío era periodista… La posibilidad de regresar se volvió casi imposible, lo que me llenó de una profunda tristeza”, relata.
En EEUU, Hausmann ha logrado una exitosa carrera tanto en la pantalla como en redes sociales. Formó parte del colectivo de Pero like, un segmento de la plataforma Buzfeed dedicado a los latinos, en su sección Joanna Rants llegó a amasar en total unos 50 millones de vistas y creó el podcast Hyphenated (Con guión) con la también comediante cubana Jenny Lorenzo, sobre vivir en un mundo que conecta la cultura americana y latina.
“He creado mi Venezuela en EEUU”
A pesar de las dificultades que conlleva la migración, Hausmann sostiene que esto no representa un “gran problema”, ya que “tú creas tu propia Venezuela donde sea que estés”.
“Estoy muy orgullosa de haber creado mi propia Venezuela en esta serie. No me siento tan separada de mi país porque al llegar al trabajo hablamos, por ejemplo, sobre cómo vamos a pintar el pabellón criollo en la mesa de la familia. No siento que viva en dos mundos separados, porque he traído ese mundo hacia el mío, y ahora vivo mi Venezuela”, concluye.
Redacción: Voz de América.