El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump está considerando a Keith Kellogg, teniente general retirado que le presentó un plan para poner fin a la guerra en Ucrania, como enviado especial para el conflicto, según tres fuentes con conocimiento del asunto.

Kellogg, quien fue jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el mandato de Trump (2017-2021) y asesor de seguridad nacional del entonces vicepresidente Mike Pence, probablemente desempeñaría un papel central en el intento de resolver el conflicto si es seleccionado.

El plan de Kellogg para poner fin a la guerra, que comenzó cuando Rusia invadió territorio soberano ucraniano, implica congelar las líneas de batalla en sus ubicaciones actuales y obligar tanto a Kiev como a Moscú a sentarse a la mesa de negociaciones, informó Reuters en junio.

Actualmente no hay un enviado especial para el conflicto, pero es probable que Trump cree el puesto, señalaron las fuentes, que solicitaron el anonimato para discutir deliberaciones privadas.

Karoline Leavitt, portavoz del esfuerzo de transición de Trump, se negó a hacer comentarios sobre la posible selección de Kellogg, más allá de decir que las decisiones de personal «seguirán siendo anunciadas por (Trump) cuando se tomen».

Kellogg, de 80 años, no respondió a una solicitud de comentarios.

Richard Grenell, ex director interino de inteligencia nacional de Trump, también está en la carrera por el puesto, informó Reuters el viernes. Una de las fuentes con conocimiento del posible nombramiento de Kellogg señaló que Grenell todavía parecía ser el favorito.

Durante una mesa redonda de Bloomberg en julio, Grenell abogó por la creación de «zonas autónomas» como un medio para resolver el conflicto.

Kellogg redactó su plan para Ucrania junto con Fred Fleitz, quien también se desempeñó como jefe de personal del Consejo de Seguridad Nacional bajo Trump.

Según la estrategia propuesta, Estados Unidos le diría a Ucrania que solo obtendría más armas estadounidenses si entra en conversaciones de paz. Al mismo tiempo, Washington advertiría a Moscú que cualquier negativa a negociar resultaría en un mayor apoyo estadounidense a Ucrania. La membresía de Ucrania en la OTAN quedaría fuera de la mesa para el futuro inmediato.

Es poco probable que ese plan agrade a Kiev, dado que en la práctica daría a Rusia el control indiscutible de partes del este de Ucrania, al menos durante un período significativo.

Además, algunos republicanos, en particular en la Cámara de Representantes, probablemente se mostrarían reticentes a aceptar más ayuda a Ucrania.

En el contexto de la guerra en curso, las fuerzas rusas lanzaron 89 drones en una ola de ataques nocturnos que dejaron tres personas heridas en Kiev, informaron el miércoles las autoridades ucranianas.

Las defensas aéreas ucranianas derribaron 36 de los 89 drones, indicó el ejército del país.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo el miércoles que derribó 25 drones ucranianos sobre el mar Negro y Crimea ocupada por Rusia.

Eso siguió a otros 22 drones que las defensas aéreas rusas derribaron durante la noche, según el ministerio.

La mayoría de los drones fueron derribados en áreas a lo largo de la frontera entre Rusia y Ucrania, incluidas las regiones de Rostov, Belgorod, Voronezh, Kursk y Bryansk.

No hubo informes de daños importantes a causa de los ataques ucranianos.

[Con información de Reuters y The Associated Press]

Redacción: Voz de América.