La 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas continúa su curso este jueves con la participación destacada de los líderes de América Latina, quienes han centrado sus discursos en temas de desarrollo sostenible, crisis humanitarias y políticas internacionales.

En la tercera jornada del pleno del organismo multilateral tomó la palabra el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en su última alocución en la ONU antes del término de su mandato.

Lacalle Pou rechazó el «régimen autoritario e intolerante» en Venezuela «que ha atentado contra la libertad y ha atentado contra el bien común» de sus ciudadanos, en referencia a la crisis sociopolítica en el país, agravada por los polémicos resultados de las elecciones presidenciales del pasado julio, donde las autoridades electorales dieron la victoria al presidente Nicolás Maduro, bajo protestas de fraude por parte de la oposición.

Dijo que no se trata solo de que el oficialismo presente las pruebas de la victoria, como reclaman varios países del continente, sino que se debe «condenar el fraude, el régimen», así como la «persecución política, la violación de los derechos humanos, la prisión arbitraria».

El mandatario uruguayo agregó que es hora de actuar «por Venezuela, por los venezolanos», pues si la comunidad internacional «es tolerante ante estas actitudes, sólo resta esperar saber cuál va a ser el próximo país que estará sometido a lo que están sometidos los venezolanos».

Costa Rica, Perú y Haití también tendrán protagonismo

La del presidente uruguayo no será la única intervención latinoamericana. El canciller de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco, y el de Perú, Elmer Schialer Salcedo, también subirán al estrado de la sede del organismo internacional para dirigirse al resto de representantes internacionales.

Haití fue otro de los países de la región que también subió al estrado este jueves. En su discurso, el presidente del Consejo Presidencial de Transición de Haití, Edgard Leblanc Fils, anunció que apoya una misión de mantenimiento de la paz de la ONU para combatir la violencia de las pandillas, que aún abruma a las autoridades.

Este fue el primer respaldo público anunciado por un funcionario del gobierno haitiano desde que Estados Unidos hizo esta propuesta a principios de este mes, como una forma de asegurar más apoyo a la misión de seguridad respaldada por la ONU y liderada por Kenia que, según los funcionarios, carece de personal y financiación.

«Estoy convencido de que este cambio de estatus, aunque reconoce que los errores del pasado no pueden repetirse, garantizaría el éxito total de la misión», dijo Leblanc Fils, quien se reunió el miércoles con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y otros funcionarios para hablar sobre el estado de la misión, que comenzó cuando el primer contingente de la policía keniana llegó a Haití a fines de junio.

El primer ministro de Haití, Garry Conille, aseguró este miércoles que «no está satisfecho» con el ritmo de la asistencia internacional y pidió a los aliados «sentir la urgencia» de salvar vidas en su país, asediado por pandillas violentas.

Al mismo tiempo, reconoció en entrevista con la Voz de América que los haitianos deben ser «más responsables» en encontrar una solución propia a la severa crisis humanitaria y de seguridad que atraviesa la nación.

«Mientras tenga más de 14 barrios controlados por pandillas, nunca estaré satisfecho con nada. Tenemos que hacerlo mejor. Nuestros socios tienen que actuar con más rapidez. Todos tenemos que sentir la urgencia. Se trata de vidas humanas. Se trata de un país (…) cuyo futuro está en peligro. Así que no, no estoy satisfecho», dijo.

Venezuela acusa a EEUU de “un plan criminal de agresión”

El miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, generó una fuerte repercusión al acusar a Estados Unidos de liderar un «plan criminal de agresión» contra su país. Durante su intervención en la Asamblea General, Gil defendió los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, que otorgaron la victoria a Nicolás Maduro, y aseguró que desde Estados Unidos se orquestan ataques contra funcionarios e instalaciones venezolanas.

“Desde su territorio, específicamente desde el estado de la Florida, se planifican ataques terroristas contra funcionarios e instalaciones públicas, también utilizan las redes sociales con impunidad y pleno apoyo de la Casa Blanca para promover incursiones mercenarias”, señaló Gil.

Estados Unidos ha negado cualquier implicación en un complot contra el gobierno de Venezuela.

[Con información de AP]

Redacción: Voz de América.