Cuba, que en el pasado fue líder mundial en la producción de azúcar, produciría sólo 300.000 toneladas en 2025 mientras busca recursos para sembrar caña, en un amargo símbolo del declive de la agricultura en la isla.

El azúcar fue una vez el «rey» de Cuba, cuando unos 100 ingenios producían millones de toneladas de azúcar sin refinar para el consumo interno y la exportación.

Pero la escasez de combustible, fertilizantes, maquinaria y mano de obra que afecta al sector agrícola de Cuba en general, han perjudicado especialmente a la industria azucarera, con una producción que marca récords a la baja año tras año.

Este año tener menos caña significa un récord de sólo 15 ingenios abiertos para la producción, frente a los 24 de 2023, dijo el gobierno.

«Tenemos que sembrar caña», dijo el vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés, este mes. «Lo primero es la caña. Si hay caña habrá cosecha, pero cada vez tenemos menos caña».

El gobierno cubano aún no ha reportado sobre la producción de la temporada pasada, aunque Reuters estimó en un mínimo histórico de 300.000 toneladas métricas de azúcar sin refinar, según informes de medios provinciales y otras fuentes.

La cifra es similar a la producción de finales del siglo XIX. Diez de las 13 provincias productoras de azúcar han informado planes de producción este año similares a su cosecha durante la temporada pasada.

En la provincia oriental de Las Tunas, que alguna vez fue una importante región productora de azúcar, el diario local del Partido Comunista informó que «durante el período de diciembre de 2020 a junio de 2024 las áreas sembradas con caña de azúcar disminuyeron un 48 %.

Redacción: Voz de América.