El primer encuentro entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris en la noche del martes, estuvo protagonizado no solo por ataques personales sino críticas mutuas en temas importantes como la economía, aborto y la inmigración, que según expertos, tuvo un rol clave en el debate presidencial, pero dejó a los votantes sin una idea clara de las políticas de ambos en relación a este tema.

“El tema de la inmigración es uno clave en esta contienda, pero ninguna de las dos campañas quiere ser muy específica sobre cómo quieren abordar estos temas”, dijo a la Voz de América Stephen Farnsworth, profesor de Ciencias Políticas y Asuntos Internacionales en la Universidad Mary Washington en Virginia.

Por un lado, Trump repitió sus percepciones de que los migrantes irregulares son los causantes de crímenes o actos violentos en ciudades estadounidenses, asegurando que estos “vienen de cárceles e instituciones mentales” y usando a Venezuela como un “ejemplo” del crimen que estaría llegando a EEUU.

“Eso me ofende, porque no es verdad. El crimen ha disminuido y lo vemos en todo el país, pero hacer comentarios como ese contra (los venezolanos). Hay problemas en esos países y están tratando de abordarlos. Creo que cuando la gente escucha eso, que viene aquí y él los llama a todos criminales… no piensan así. A los hispanos en general no les gusta esa retórica”, expresó Roman Palomares, presidente nacional de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC).

Trump, además, dijo sin fundamento que los inmigrantes haitianos están “comiéndose las mascotas” de personas en ciudades como Springfield, Ohio.

Meena Bose, experta en ciencias políticas de la universidad Hofstra en Nueva York, apuntó que este comentario fue uno “preocupante” del que “no hay absolutamente ninguna evidencia”.

Bose acordó que Harris no presentó un plan ni lo que haría sobre inmigración, pero “presumiblemente continuará con el plan de seguridad fronteriza que hizo el presidente Joe Biden, una reforma más integral vendría con eso que ha sido una plataforma tradicional del Partido Demócrata”.

Harris, aunque atacó a Trump por detener un acuerdo bipartidista sobre inmigración en el Congreso, no contrastó las ideas con propuestas directas, según los expertos.

“Las encuestas muestran que los republicanos son más populares en la cuestión de la inmigración, que los estadounidenses quieren una frontera más estricta que la que existe en este momento, y esa es parte de la razón por la que creo que la vicepresidenta tampoco se atreve a ofrecer demasiados consejos sobre políticas”, agregó Farnsworth.

Para el experto, Trump está intentando generar una “reacción emocional” en el electorado estadounidense sobre la inmigración.

“Trump sigue con su retórica sobre la entrada de personas y delincuentes, y Harris no abordó realmente los temas. Se desvió un poco y lo atacó por detener el proyecto de ley de inmigración bipartidista”, dijo Palomares.

El presidente de la organización de hispanos más antigua de EEUU abundó en que los votantes latinos “estaban tratando de ver qué tipo de camino a seguir haría cualquiera de los dos” y estuvieron atentos al mensaje de “unir a las personas”, así como ofrecer atención médica y reducir el costo de los alimentos.

La página FactCheck.Org publicó en junio un informe en el que detallaron que “no hay evidencia que respalde la afirmación de Trump” de que el crimen está bajando en Venezuela porque los “criminales están llegando a Estados Unidos”. Un estudio de la universidad de Oxford encontró que las personas indocumentadas son 33 % menos propensas a ser encarceladas que los nacidos en el país.

Aunque Trump fue cuestionado sobre su plan para deportar a 11 millones de inmigrantes en lo que él mismo ha llamado el “mayor esfuerzo de deportación en la historia de EEUU”, el expresidente no ofreció una respuesta clara.

¿Quién ganó el debate?

Los expertos consultados acordaron en que la vicepresidenta Harris tuvo un debate “más basado en hechos”, mientras Trump repitió “con pasión sus temas políticos, a menudo inexactos desde el punto de vista de los hechos, pero políticamente poderosos”, según Steffen W. Schmidt, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Iowa.

Ambos, a través de su estilo particular, habrían logrado llegar “efectivamente” a su base, sin embargo, la situación es más complicada para los votantes indecisos.

Para Schmidt, Harris fue clara y eficaz en el tema del aborto y la crítica a Trump por el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de EEUU. Sin embargo, los constantes recordatorios de Trump de la migración irregular y el crimen fue su “argumento más eficaz” pues es de gran preocupación para los votantes.

Una encuesta de CNN al finalizar el debate encontró que 63 % de las personas que vieron el debate dijeron que Harris tuvo una mejor actuación en el escenario, mientras 37 % dijo lo mismo de Trump.

La campaña del expresidente, sin embargo, aseguró que este “ofreció una actuación magistral en el debate” al referirse al “pésimo historial de fracasos de Kamala Harris, que ha perjudicado a los estadounidenses durante los últimos cuatro años”.

“La elección no podría ser más clara: el presidente Trump fue el claro ganador esta noche, y ganará para Estados Unidos cuando regrese a la Casa Blanca”, dijo la campaña en comunicación escrita.

El equipo de Harris, por otro lado, aseguró que Trump se veía “enfadado, desorganizado y agotado” y “no pudo presentar ni una sola solución para los estadounidenses, porque el único plan que tiene Trump es su agenda del Proyecto 2025 para aumentar los costos de la clase media y hacer retroceder a Estados Unidos”.

Los expertos, finalmente, acordaron en que el debate no necesariamente cambió “la trayectoria de las campañas”, pero fortaleció el hecho de que “las elecciones de noviembre serán muy reñidas”.

“En estos tiempos de profunda división en los Estados Unidos, casi todo el mundo ya estaba en un equipo o en el otro antes de este debate, y esas personas no van a cambiar sus puntos de vista”, dijo Farnsworth. “La gente vio el debate, sabe cómo se sintió al respecto, sabe si siguió simpatizando con Trump, si siguió odiándolo o si se convenció de que Trump es el mejor candidato”.

Aún así, para la experta de la Universidad Hofstra, Meena Bose, este debate pudo solidificar el apoyo a Harris de demócratas vacilantes, o empujar a indecisos hacia un lado de la balanza.

“Creo que para cualquier votante que esté realmente indeciso y parezca estar mirando no a los individuos, sino lo que piensan sobre cómo manejarán la economía, que ha sido donde el expresidente Trump ha tenido el mejor desempeño en las encuestas, no sé si eso moverá la aguja. Será interesante ver”, dijo Bose.

Ahora, ambas campañas se enfrentan al “desafío” de “hacer una publicidad efectiva”.

Este fue el primer debate presidencial para Harris, de 59 años, y el séptimo para Trump, de 78 años, convirtiéndose en el candidato con más debates presidenciales en la historia estadounidense.

Redacción: Voz de América.